Este mes hablamos de nuestro admirado Piero Fornasetti, uno de los diseñadores italianos más originales, prolíficos y reconocidos del siglo pasado, que fue pintor, escultor, ilustrador, grabador, diseñador, ceramista, artesano, decorador de interiores, editor de libros de arte, coleccionista… Su producción de objetos y muebles es una de las mayores del siglo XX, ya que Fornasetti dejó un legado de más de 11.000 piezas. Su trabajo es fácil de reconocer gracias a su imaginario surrealista y mágico. Divertidos, poéticos… los diseños de Fornasetti nos descubren un universo único. Gran parte de sus trabajos son constantes evoluciones de temas concretos. Muchos son los motivos que utilizó –soles, monedas, instrumentos musicales, arlequines–, pero el más famoso y con el que se le asocia de inmediato es el bello rostro de la cantante de ópera Lina Cavalieri con quién se obsesionó y no cesó de trabajar jamás. En la actualidad es su hijo Barnaba Fornasetti quién mantiene viva la obra de su padre -aplicando las rigurosas técnicas de producción artesanal en las reediciones limitadas que hace año tras año-, y el responsable de las llamadas ‘reinvenciones’, diseños que utilizan elementos e imágenes del archivo histórico de Fornasetti. Para más información os invito a echarle un vistazo a la
página web, que es un verdadero deleite para los amantes del diseño.